Se habla de amor en todas partes, se habla de la media naranja, de la otra mitad, del amor verdadero, pero ¿Realmente existe?
Dios nos creó a todos con diferentes capacidades, diferentes cualidades, valores, personalidad, Dios ideó realmente una vida para cada uno de nosotros, y en efecto. Dios creó a alguien especialmente para nosotros, Dios creó nuestro verdadero amor.
Claro está, si Dios no existiera, no existiría tampoco el verdadero amor. Solamente sería encontrar a alguien que cumpliera más o menos con nuestros deseos, ideales o caprichos. Habría personas que cumplieran más ese ideal, otras que menos. Pero habría un gran número de personas que podrían satisfacerlos, osea que no se hablaría de verdadero amor sino de verdaderos amores.
En cambio, Dios existe y Dios nos escogió 1 persona desde que nos pensó en su Divina mente. Ese es el verdadero amor.
Pero ¿Porqué algunas personas no viven felices? Bueno hay muchas razones mas o menos complicadas para responder eso. Una es que muchas veces las personas no entienden los designios de Dios y no logran entender porque Dios quiso darles esa persona y no otra, pero también porque no lo conocen siquiera. Otra razón es que las personas no viven en el amor y simplemente se hacen la vida imposible las unas a las otras. Conviven con orgullo, con envidia, con egoísmo y simplemente van destruyendo su relación porque no está basada en el verdadero Amor.
Así que como vemos el verdadero amor no es sólo tener a la persona que Dios eligió para nosotros sino también vivir en el amor. Así y sólo así seremos felices.
Se dan casos en el que una persona muy buena está casada con una que tiene muchos defectos, que es infiel o muchas otras cosas y que no cambia. En estos casos simplemente se puede decir que Dios permite estas cosas para el bien de las 2 personas, y que incluso aunque la persona que actúa mal nunca cambie, Dios lo quiso así para la madurez de la persona que practica el bien, hay casos en que incluso se tienen que separar, pero incluso esta situación de relativa soledad también es permitida por Dios para el bien de ambos.
Sin embargo estas últimas situaciones son raras, y la gran mayoría son simplemente porque las personas no saben convivir. Pidamos pues a Dios que nos dé a la persona que Él eligió para nosotros, y que podamos vivir felices junto a ella y llegar juntos al paraíso, ya que ese es el objetivo final de Dios.
Dios nos creó a todos con diferentes capacidades, diferentes cualidades, valores, personalidad, Dios ideó realmente una vida para cada uno de nosotros, y en efecto. Dios creó a alguien especialmente para nosotros, Dios creó nuestro verdadero amor.
Claro está, si Dios no existiera, no existiría tampoco el verdadero amor. Solamente sería encontrar a alguien que cumpliera más o menos con nuestros deseos, ideales o caprichos. Habría personas que cumplieran más ese ideal, otras que menos. Pero habría un gran número de personas que podrían satisfacerlos, osea que no se hablaría de verdadero amor sino de verdaderos amores.
En cambio, Dios existe y Dios nos escogió 1 persona desde que nos pensó en su Divina mente. Ese es el verdadero amor.
Pero ¿Porqué algunas personas no viven felices? Bueno hay muchas razones mas o menos complicadas para responder eso. Una es que muchas veces las personas no entienden los designios de Dios y no logran entender porque Dios quiso darles esa persona y no otra, pero también porque no lo conocen siquiera. Otra razón es que las personas no viven en el amor y simplemente se hacen la vida imposible las unas a las otras. Conviven con orgullo, con envidia, con egoísmo y simplemente van destruyendo su relación porque no está basada en el verdadero Amor.
Así que como vemos el verdadero amor no es sólo tener a la persona que Dios eligió para nosotros sino también vivir en el amor. Así y sólo así seremos felices.
Se dan casos en el que una persona muy buena está casada con una que tiene muchos defectos, que es infiel o muchas otras cosas y que no cambia. En estos casos simplemente se puede decir que Dios permite estas cosas para el bien de las 2 personas, y que incluso aunque la persona que actúa mal nunca cambie, Dios lo quiso así para la madurez de la persona que practica el bien, hay casos en que incluso se tienen que separar, pero incluso esta situación de relativa soledad también es permitida por Dios para el bien de ambos.
Sin embargo estas últimas situaciones son raras, y la gran mayoría son simplemente porque las personas no saben convivir. Pidamos pues a Dios que nos dé a la persona que Él eligió para nosotros, y que podamos vivir felices junto a ella y llegar juntos al paraíso, ya que ese es el objetivo final de Dios.
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