Ésta cuaresma debemos buscar a Dios con penitencia, con humildad, sabiendo que somos pecadores, sabiendo que poco podemos hacer por nosotros mismos.
¿Porqué con penitencia? Es necesario hacer penitencia verdadera, la que viene del corazón, la que viene del verdadero arrepentimiento, que nos hacer querer cambiar, que nos hace abiertos y receptivos a la Palabra de Dios.
Es necesario aceptar que somos pecadores y que necesitamos de la misericordia del Señor en contraste con el mundo, que grita "no necesito de Dios" y que con sus obras quiere probar su autosuficiencia, y sucede que la mayoría terminan en desastre.
Si Dios es amor y es nuestro Creador, Él sabe lo que nos conviene, Él sabe cual es el verdadero camino, el que nos hará felices a todos, el que realmente hará que la sociedad esté bien. ¿Porqué llevarle la contraria? Lo único que quiere es que todos estén bien, y que sean felices, junto a Él. Porque junto a Él está el amor y por lo tanto a felicidad. Porque sin amor no hay felicidad y sin Dios no hay amor.
¿Es necesario creer en Dios para poder amar? Claro, para poder amar de verdad, de la forma perfecta. Si alguien dice que ama pero reniega de Dios, su amor no es perfecto, me atrevería a decir que es falso. Si alguien ama y no conoce a Dios o no creé en Él porque tiene una idea falsa de Él, ella está haciendo lo que Dios quiere, aún si no creé en Él. Y en su corazón tiene pues, a Dios, pero si creyera en Él también podría perfeccionar su amor a los demás.
Tomemos con penitencia y paguemos las deudas de aquellos que no quieren hacerla, de aquellos que ofenden a Dios, porque si amas a alguien, y ese está triste, sentirás su tristeza con él o ella. Sintamos pues, la tristeza de Dios en nuestros corazones y suframos ésta cuaresma especialmente por todos aquellos que sufren, o que hacen sufrir, para compartir también con Dios su alegría futura.
¿Porqué con penitencia? Es necesario hacer penitencia verdadera, la que viene del corazón, la que viene del verdadero arrepentimiento, que nos hacer querer cambiar, que nos hace abiertos y receptivos a la Palabra de Dios.
Es necesario aceptar que somos pecadores y que necesitamos de la misericordia del Señor en contraste con el mundo, que grita "no necesito de Dios" y que con sus obras quiere probar su autosuficiencia, y sucede que la mayoría terminan en desastre.
Si Dios es amor y es nuestro Creador, Él sabe lo que nos conviene, Él sabe cual es el verdadero camino, el que nos hará felices a todos, el que realmente hará que la sociedad esté bien. ¿Porqué llevarle la contraria? Lo único que quiere es que todos estén bien, y que sean felices, junto a Él. Porque junto a Él está el amor y por lo tanto a felicidad. Porque sin amor no hay felicidad y sin Dios no hay amor.
¿Es necesario creer en Dios para poder amar? Claro, para poder amar de verdad, de la forma perfecta. Si alguien dice que ama pero reniega de Dios, su amor no es perfecto, me atrevería a decir que es falso. Si alguien ama y no conoce a Dios o no creé en Él porque tiene una idea falsa de Él, ella está haciendo lo que Dios quiere, aún si no creé en Él. Y en su corazón tiene pues, a Dios, pero si creyera en Él también podría perfeccionar su amor a los demás.
Tomemos con penitencia y paguemos las deudas de aquellos que no quieren hacerla, de aquellos que ofenden a Dios, porque si amas a alguien, y ese está triste, sentirás su tristeza con él o ella. Sintamos pues, la tristeza de Dios en nuestros corazones y suframos ésta cuaresma especialmente por todos aquellos que sufren, o que hacen sufrir, para compartir también con Dios su alegría futura.
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