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martes, 11 de junio de 2013

¿Qué puedo hacer por el mundo?

En un mundo tan complejo con miles de fuentes de información, miles de filosofías, de chismes, de rumores, de caminos por seguir, de gustos, de presión social, etc... es muy difícil saber elegir cual es el camino correcto.

Supongamos que tu eres un científico, estás apunto de emprender la búsqueda de algo ¿pero de qué? estás indeciso, muchas personas te dicen "¿Porqué no investigas algo sobre esto?, ahí hay mucho mercado", otros quizás te digan "Mira con esto te harás famoso, aumentarás tu curriculum" pero ¿por dónde hay que ir?

Cualquier persona con un poco de reflexión sobre el tema podrá encontrar que debemos ir hacia donde más se nos necesite. Tu puedes hacer muchas cosas, emprender grandes obras, porque somos dotados de cientos de habilidades, aptitudes y emociones con las que hasta el que haya sido dotado con menos pero si las ocupara todas, podría hacer más que lo que alguien ha hecho hasta ahora. La cuestión es: ¿Qué es lo que debemos hacer?

Debemos ir con los pobres, con los enfermos, con los discriminados, con los delincuentes, con las prostitutas, con los confundidos, con los deprimidos, con los fatigados de la vida, con los maltratados y oprimidos. Ahí es donde nos llama Dios, ahí es donde el mundo nos necesita.

Entonces tu joven, tu estudiante, tu científico, tu ama de casa, tu empleado. Haz lo que Dios te llama a hacer. Porque dicen que no hay trabajo, pero trabajo hay a montones, imagínate cuanto trabajo se necesita para resolver los problemas que se han venido acumulando por siglos (consecuencias de los pecados y de la maldad del hombre). Ahí es donde hay trabajo. Sólo que nadie lo quiere hacer. Y es por eso que los problemas no se resuelven.

El mundo necesita héroes, héroes comprometidos con la gente, héroes dispuestos a dar la vida por su familia, su país, su gente, el mundo entero. Héroes que arreglen los problemas que nadie quiere arreglar, porque a la gente le falta amor. Porque la gente está cansada de vivir en la podredumbre, pero nadie quiere levantarse a limpiar, o tan sólo les basta con hacerlo todo a un lado y decir que ya está resuelto.

Héroes no como en la tele, que uno va a venir a salvar a todo, no como en la ficción que con tus poderes mágicos y sobrenaturales vas a arreglar todo lo que "los malos" hacen.

Es más héroe aquel que sin poderes lucha, sin poderes da su vida por los demás. Sin tener super velocidad trabaja, sin dinero pero con voluntad ayuda. El que no se conforma con dar cosas materiales sino que se da a sí mismo. Porque ya tuvimos un héroe alguna vez, un héroe que no nos venía a solucionar nuestros problemas que por falta de amor habíamos provocado, sino un héroe que nos venía a enseñar como solucionarlos nosotros mismos, como amar, y venía a amarnos. A enseñarnos que con amor y no con poderes, ni con dinero, ni con fama, íbamos a poder hacer de este mundo un paraíso terrenal, que iba hacer un paso antes de la vida eterna. ¿Y qué pasó con Él? Lo crucificamos. Lo crucificamos porque no queremos hacer lo que nos pide, es demasiado difícil darnos a nosotros mismos. Porque nos cuesta trabajo librarnos de la esclavitud del pecado, de nuestro egoísmo y envidia, de nuestra ambición, de nuestra soberbia, de nuestra comodidad.

Lo crucificamos porque no sólo nos cuesta trabajo hacer lo que nos pide, sino porque nos enseña lo malos que somos y que podemos llegar a ser. Porque nuestras obras son malas, porque nuestras intenciones no son completamente rectas.

Decenas de ejemplos se me ocurren sobre la falta de amor, pero los dejaré para otra ocasión. Dios los bendiga a todos.

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